A la hora de embarcarse en un proyecto de instalación de placas solares es necesario informarse de muchas cosas. Un punto importante que hay que conocer es que existen dos tipos de potencia: la potencia pico y la potencia nominal.

El inversor, dispositivo encargado de transformar la corriente continua en alterna, es vital para entender la diferencia entre los conceptos que vamos a tratar en este artículo; dado que la potencia nominal hace referencia a la potencia del inversor, mientras que la potencia pico es la correspondiente a las placas solares.

Esta diferencia de potencia afecta a la producción de nuestra instalación y a continuación te explicamos por qué.

Potencia nominal

Independientemente de la cantidad total de energía que puedan producir las placas, el inversor solo es capaz de gestionar una parte de ella, la cual corresponde a la potencia nominal. Dicho de otra manera, no es posible consumir más energía que la que el inversor puede transformar.

Llegados a esta conclusión es normal preguntarse por qué hay que instalar más potencia pico si solo podemos alcanzar la potencia nominal. El motivo es sencillo: para que el inversor pueda funcionar al cien por cien de su capacidad.

La energía no pasa de 0 a 100 instantáneamente, sino que se produce siguiendo una curva de generación de energía: va subiendo hasta alcanzar la potencia tope y después comienza a bajar. Por lo tanto, siempre existe un margen energético entre ambas potencias que podemos aprovechar para nuestro consumo, aprovechando al completo la capacidad del inversor.

Potencia pico

Para conocer la potencia pico es necesario saber cuánta potencia puede producir la instalación y esto depende de ciertos factores. La potencia pico, como ya hemos comentado, es la potencia máxima que tendrán. Para medirla se calcula la potencia máxima que una placa puede generar en unas condiciones estándar como, por ejemplo: una temperatura de 25 grados, una irradiación de 1000 W/m2 y una masa de aire de 1,5.

La masa de aire es la distancia que recorre la radiación solar cuando atraviesa la atmósfera. Esta cifra, la masa de aire, variará según el ángulo en el que inciden los rayos solares. Este dato es importante, ya que influyen en gran medida en el rendimiento de las placas. La incidencia óptima sería de manera perpendicular.

Resumiendo, la potencia pico es la potencia máxima que se puede alcanzar con las condiciones climáticas y de instalación que hemos descrito. Pero cuidado, eso no quiere decir que en otras condiciones la instalación no pueda producir incluso más electricidad, por ejemplo, en un día muy soleado con una incidencia de rayos solares idónea.

Con estos datos es posible comprobar la potencia de la instalación, la cual se calcula en vatios y vatios pico. Este último concepto sirve para calcular los picos de producción u comprobar la potencia de las placas en todo momento, todo ello para entender mejor el funcionamiento de la instalación.

Cada vez es más frecuente que propietarios de viviendas y negocios se planteen realizar una instalación fotovoltaica para ahorrar en su factura eléctrica y contribuir a la descarbonización del planeta. Y es normal que ante un proyecto de este tipo surjan multitud de dudas y preocupaciones al respecto. Por eso, en el artículo de hoy, os traemos un recopilatorio de las preguntas más frecuentes que suelen plantearse a la hora de realizar una instalación fotovoltaica.

¿En qué consiste la energía fotovoltaica?

Como ya hemos comentado, generalmente se sabe que las instalaciones fotovoltaicas son una alternativa energética que nos permite ahorrar y contribuir a la sostenibilidad del planeta. Sin embargo, es posible que algunas personas desconozcan cómo se produce dicha energía.

Pues bien, la energía fotovoltaica se obtiene de la transformación directa de la radiación solar en electricidad, a través de la agitación de los electrones gracias a la fina capa de silicio que recubre los paneles. Esto crea una corriente eléctrica que es capturada y redirigida al circuito de la vivienda o negocio.

Cuanta más radiación solar reciban las placas solares, más energía producirá una instalación fotovoltaica. Por eso es mejor realizar un proyecto solar en tejados despejados y sin sombras.

¿Existen ayudas para las instalaciones fotovoltaicas?

Sí, existen ayudas y bonificaciones para las instalaciones fotovoltaicas. Es posible obtener bonificaciones en el IBI de hasta el 50%. Y en el caso del ICIO, es posible bonificar hasta el 95%. El porcentaje de ambas ayudas lo determina el ayuntamiento de cada municipio.

Por otro lado, cada comunidad autónoma tiene una política de subvenciones para las energías renovables, de la que será posible beneficiarse en función del lugar de residencia.

¿Cuál es el ahorro con placas solares?

Una instalación fotovoltaica permite reducir los costes de la electricidad. De hecho, en los meses más soleados es posible ahorrar hasta un 70% en la factura de luz.

Es importante recordar que este porcentaje es estimado y varía en función de factores como la productividad de la instalación, su tamaño, el lugar donde esté ubicada y la época del año.

¿Cuál es la mejor época del año para instalar placas solares?

Cualquier época del año es buena para instalar placas solares. Sin embargo, es importante tener en cuenta los picos de productividad en verano y el mayor consumo en invierno. Lo mejor es tener ya hecha la instalación antes de cualquiera de estos períodos.

La puesta en marcha de una instalación fotovoltaica no lleva mucho tiempo pero antes de eso es necesario obtener la legalización del proyecto. Será el Departamento de Industria de la comunidad quien apruebe la instalación. Y como todos sabemos que estos trámites siempre se demoran, es preferible realizarlos con unos meses de previsión.

¿Cómo se limpian los paneles solares?

En primer lugar, hay que evitar los detergentes abrasivos y los utensilios de limpieza ásperos. ¡Con un cubo de agua y una esponja suave es suficiente!

Tampoco es necesario preocuparse por el tiempo que se le debe dedicar, ya que lo recomendable es realizar la limpieza unas dos veces al año, dependiendo por supuesto de las condiciones climáticas de la zona, claro.

Aunque es una tarea sencilla puede resultar peligrosa: se realiza en altura y mezclando agua con elementos eléctricos. Por lo que, ante la duda, es mejor contratar un servicio de limpieza profesional que cuente con todos los utensilios y mecanismos necesarios para realizar la limpieza de una manera efectiva y segura.

¿Qué pasa con los excedentes energéticos?

Si no se consume toda la energía producida, los excedentes pueden ser compensados en la propia factura tras verterse a la red pública.

¿Cuánto dura una instalación de autoconsumo?

Si la calidad de los paneles solares es buena y cuentan con los certificados correspondientes, la durabilidad de una instalación fotovoltaica debería superar los 25 años.

Además, este tipo de dispositivos cuentan con unas garantías muy extensas, factor que es motivo de tranquilidad para los propietarios.

¿La energía solar funciona en días nublados?

La respuesta es sí. Los paneles no necesitan recibir luz solar de manera directa, ya que funcionan mediante radiación, no mediante calor. Y aunque es cierto que la producción será menor, en ningún caso será nula durante días lluviosos o nublados.

De unos años hasta ahora, conceptos como placas solares, energía fotovoltaica y autoconsumo se han comenzado a escuchar con mayor frecuencia. Y lo cierto es que cada vez más personas, particulares y empresas, deciden instalar paneles solares para proveerse de energía limpia.

Sin embargo, es habitual que cuando algo se populariza también surja información negativa y en ocasiones, incorrecta acerca de ello. Es por eso que, a continuación, desmentimos los mitos más frecuentes sobre la energía fotovoltaica.

  • El precio de las placas solares es muy elevado

En realidad son más asequibles de lo que se suele pensar. Dentro de las energías renovables es la más económica. Además, hay que tener en cuenta el ahorro que proporciona en la factura eléctrica y los beneficios fiscales a los cuales se puede optar si se instalan placas solares.

  • Para que los paneles sean productivos tiene que hacer siempre Sol

 

Los paneles no dejan de producir electricidad, aún con días nublados ya que aprovechan cualquier tipo de radiación solar.

  • La instalación de placas solares implica abandonar la red eléctrica

 

Es una de las creencias más habituales pero en ningún caso es correcta. La instalación de placas no implica en ningún caso dejar de consumir energía de la red eléctrica. De hecho, permiten que el usuario tenga una menor dependencia de la red pero sin abandonarla completamente.

  • La instalación y mantenimiento de las placas son continuos y costosos

 

Al contrario, es muy sencillo mantener las placas solares en buen estado. Lo principal es mantenerlas limpias para que su efectividad no se vea afectada. Para ello solo se necesita un trapo, agua y jabón.

  • Las placas solares únicamente se pueden instalar en los tejados

 

No tienen una ubicación exacta determinada. Obviamente, lo más común es instalarlas en los tejados para aprovechar el espacio y la mayor incidencia de luz solar. Pero también es posible colocarlas en distintos tipos de suelo.

  • Cuesta mucho reciclar las placas solares una vez se ha acabado su vida útil

 

Lo cierto es que la mayor parte de los componentes de los paneles (entre un 80% y un 90%) se pueden reciclar, ya que están hechos con materiales reutilizables. 

Realizar un proyecto fotovoltaico reporta múltiples beneficios, tanto ecológicos como económicos. No obstante, instalar placas solares no deja de ser una inversión importante que se va recuperando poco a poco, por lo que no es de extrañar que conocer el plazo de retorno de dicho desembolso sea uno de los puntos clave a estudiar antes de embarcarse en un trabajo de estas características.

El tiempo que se puede tardar en amortizar una instalación fotovoltaica de autoconsumo suele rondar los 5 o 6 años. Sin embargo, existen una serie de factores que pueden alargar o acortar este período. A continuación te explicamos con detalle cada uno de ellos.

Tu consumo energético

Aunque sea evidente, es necesario puntualizar que cuanta más energía consumas, más tardarás en amortizar las placas solares mientras que cuanto más ahorres, antes recuperarás la inversión. Esto es así porque aunque tengas tu instalación, es necesario seguir pagando la factura de la luz.

Con los paneles solares puedes ahorrarte hasta el 70% en la factura eléctrica. Pero si en tu casa gastas mucha luz, especialmente en las horas en las que tus placas no están produciendo, tu factura se incrementará. Es decir, existirá un ahorro, pero menor.

Tu instalación fotovoltaica

Aparte del consumo energético que tengas, las características de los elementos fotovoltaicos que instales también influirán en el tiempo de amortización.

En principio, cuantas más placas pongas, más energía producirás y menos tendrás que depender de la red eléctrica. Pero no olvides que, lógicamente, de esta manera también aumentará la inversión inicial, por lo que tendrás que valorar cuál es la potencia que más te interesa instalar según tus necesidades.

El uso de baterías

Si añades baterías a tu instalación fotovoltaica para almacenar los excedentes energéticos el ahorro en tu factura de la luz será mucho mayor, ya que reducirás considerablemente el abastecimiento de la red eléctrica.

No obstante, las baterías suponen una inversión extra que puede aumentar sensiblemente el presupuesto inicial de tu proyecto. Al igual que ocurre con el número de placas, es una cuestión a considerar.

Los precios del mercado

Las instalaciones fotovoltaicas actualmente se amortizan mucho más rápido que hace unos años. Esto se debe a que, por un lado, las instalaciones de placas solares se han abaratado notablemente y, por otro lado, el precio de la luz se ha disparado.

Ante esta situación, con placas más baratas y energía más cara, hoy en día resulta tremendamente rentable instalar placas solares.

Compensación de excedentes

Otro factor de ahorro a tener en cuenta a la hora de calcular cuánto se tarda en amortizar las placas solares es la compensación de excedentes.

La diferencia entre instalaciones con excedentes y sin excedentes es que si te acoges a la compensación de excedentes puedes recibir una compensación económica por la energía que produzcas y no consumas. Con este sistema, durante las horas de luz tus placas pueden estar produciendo y volcando a la red la energía que no uses y, a cambio, recibirás una compensación económica en tu factura para cuando consumas energía de la red eléctrica.

Ayudas y subvenciones

Desde hace un tiempo, las administraciones y los gobiernos europeos están incentivando el uso de las energías renovables como herramienta para reducir las emisiones de CO2. 

A la hora de calcular cuánto se tarda en amortizar las placas solares, a parte de valorar la inversión inicial, el consumo energético estimado y los precios de mercado, es decisivo tener en cuenta las ayudas y subvenciones que podemos percibir por nuestra instalación. las cuales reportan un ahorro significativo que nos ayudará a reducir el tiempo de amortización.

En este momento, las subvenciones más sustanciales que existen proceden de los fondos europeos Next Generation. De obtenerse, puede suponer un ahorro de hasta el 50% del coste total de la instalación. Eso sí, los fondos son limitados y se otorgan por orden de solicitud, por lo que no se puede garantizar al cien por cien que nos la vayan a conceder.

Otras bonificaciones, que dependen de los ayuntamientos de cada municipio, son las reducciones en impuestos como el IBI y el ICIO.

 

Teniendo todos estos factores en cuenta, puedes valorar de manera bastante aproximada si realizar una instalación de estas características es para ti.

PortAventuras es reconocido con el proyecto iniciado en la gestión del pasado  año 2022, pasados cuatro años de trámites; En la VI edición de los premios de Turismo Responsable han sido galardonados como la planta más grande de energía fotovoltaica para el autoconsumo, con la instalación en su hotel y resort vacacional ubicado en España; que también es uno de los más grandes de Europa.

 

Los premios están orientados al reconocimiento de proyectos que fortalecen el crecimiento de la responsabilidad con el medio ambiente y la economía en el sector del turismo en las comunidades locales, algo que el Resort PortAventura ha logrado llevar a cabo. 

 

Se ha realizado la instalación de más de 11.000 paneles solares en suelo, ocupando una superficie total de 6,4 hectáreas dentro del espacio del mismo resort. PortAventura podrá generar hasta 10GWh al año. Potencia que les permitirá cubrir más de un tercio de sus necesidades energéticas actuales de forma medioambientalmente responsable y sostenible. Con esta misma acción se está evitando que en la atmósfera se emitan 4.000 toneladas de CO2 al año,  que es el equivalente de lo que absorben 930.000 árboles. 

PortAventura Solar está desarrollando un plan que busca reducir su propio impacto paisajístico con un proyecto de más de 8,8 millones de euros, lo que incluye: 

  • Trasplantar 150 árboles
  • La conservación del entorno y piezas de valor arqueológico que puedan ser descubiertas en los alrededores. 

Este complejo también contará con un espacio dedicado a la enseñanza de cuidados medioambientales, abierto para recibir la visitas de escuelas y colegios para realización actividades didácticas y divulgación científica.

Se estima que la construcción de este espacio tomará 4 meses. Prontamente se iniciará el proyecto esperando que, para finales de este 2023 ya esté generando energía de forma estable. Ya existe un parque que facilitará la conexión entre la planta solar fotovoltaica y la infraestructura eléctrica. Se necesitará la construcción de: una línea de media tensión subterránea de 25 KV (Kilovoltios), la instalación de inversores de 6 MW para la transformación de la corriente continua a corriente alterna y la elevación de la tensión a 25 kV.

PortAventura es el único inversor en este proyecto que supera los 4,8 millones de euros. Siendo los propietarios y únicos dueños con derecho exclusivo para explotar las instalaciones. 

 

Seguro que todos conocemos a alguien a quien la factura de la luz le ha llegado en base a un consumo estimado pero, ¿qué significa esto? Pues muy sencillo, quiere decir que los técnicos no han podido contabilizar la cantidad real de electricidad que se ha consumido y por eso el importe final a pagar es una estimación.

Esto no siempre juega a favor de los consumidores, por eso queremos dedicar este artículo a explicaros en qué consisten las estimaciones en la factura de la luz, bajo qué criterio se elaboran y cómo esto puede llegar a perjudicarnos como usuarios.

¿Quién calcula el consumo estimado de la factura?

Primero debemos saber que la lectura de los contadores la realiza una distribuidora eléctrica. Es decir, la empresa que proporciona el suministro a la vivienda y que está determinada según las zonas geográficas por el Gobierno. Esta suele ser la propietaria de los contadores de la mayor parte de las casas.

Así que es la distribuidora quien consigue los datos de los contadores de la luz y los envía a las comercializadoras eléctricas. Esta medición del consumo eléctrico se rige por el Real Decreto 1718/2012, de 28 de diciembre, el cuál determina el procedimiento para realizar la lectura y facturación de los suministros de energía en baja tensión con potencia contratada no superior a 15 kW.

La comercializadora o compañía eléctrica es la empresa que cada uno de nosotros ha contratado para que gestione los contratos de la luz y a quien van destinadas las facturas. Dicho de manera simplificada, los usuarios comparamos a la comercializadora la energía que ésta ha adquirido previamente de la distribuidora.

¿Cómo se calcula la factura estimada?

Los consumos estimados se realizan en base al consumo histórico, y con esos datos, se hace una previsión del importe de la próxima factura. Pero claro, es solo una previsión, no la factura definitiva. La definitiva llegará cuando se consigan los datos reales del consumo. Por tanto, muchas veces, los datos no coinciden con la realidad y los clientes tienen que esperar un tiempo para que se les compense el error en las siguientes facturas.

Todas las facturas tienen una parte fija que se paga siempre, aunque no se consuma electricidad; y otra variable que aumenta o disminuye en función del gasto energético de cada mes. Esta parte es el consumo eléctrico y sobre ella se realiza la estimación.

El problema es que las lecturas estimadas del contador de la luz no suelen beneficiar a los consumidores. ¿Por qué? Porque este cálculo no es el gasto real, como ya hemos comentado. Los datos se obtienen con el cálculo medio de otros meses anteriores. Pero la cuestión es que no gastamos la misma electricidad todos los meses. Sobre todo, si coincide con las estaciones de verano o invierno. Así que, lo más común es que las compañías cobren de más a los consumidores.

Una forma muy sencilla de evitar que nos lleguen estas facturas con consumo estimado es instalar placas solares en casa. Además de olvidarnos de las estimaciones para siempre porque produciremos nuestra propia energía, también contribuiremos a la sostenibilidad del medio ambiente.

Como ya hemos comentado en otros artículos relacionados con el rendimiento de los paneles solares en ambientes fríos o cielos nublados, la energía fotovoltaica no se produce a través del calor del sol, sino de su radiación. Esto implica que la ausencia de calor no es un factor determinante en la producción del sistema. De hecho, las altas temperaturas pueden llegar a ser un inconveniente. 

Rendimiento en verano

Pero entonces, si el calor excesivo es perjudicial para las instalaciones, ¿por qué siempre se piensa que el verano es el mejor momento para aprovechar la energía solar? Simplemente porque es cuando más horas de sol tenemos al día. De este modo, aunque el rendimiento no sea óptimo a causa de las altas temperaturas, este factor se compensa con una producción más prolongada a lo largo de la jornada.

Y si te estás preguntando en qué afecta el calor a los paneles te lo explicamos a continuación. 

Potencia pico

Si no tienes muy claro este concepto, la potencia pico, representada en Wp (Watios pico) es la capacidad máxima que pueden alcanzar los paneles solares en unas condiciones determinadas como, por ejemplo, una temperatura de 25ºC, ausencia de nubes y una masa de aire de 1,5.

Es decir que la potencia pico de tus placas refleja lo máximo que producirán en unas circunstancias específicas. Este dato nos sirve de referente para saber si son más o menos potentes y compararlas con otros modelos, pero no nos sirve como expectativa de lo que vamos a alcanzar cuando haga sol y calor.

De hecho, cuando la temperatura es mayor de 25 grados, la placa disminuye de media su rendimiento en un 1% por cada 2 grados de aumento. Es por eso que a menudo verás que los días soleados de invierno tu placa alcanza su potencia pico. En cambio, en verano su producción instantánea de energía a veces es menor de lo imaginado debido al sobrecalentamiento de los componentes y al excesivo desgaste de las células fotovoltaicas.

Cómo calcular el rendimiento

Antes que nada, es recomendable consultar la ficha técnica de tus placas solares. En ella verás un apartado sobre los niveles de temperatura, en el cual podrás consultar cuánto se reduce la potencia de tu placa según el calor que reciba. Según la mayoría de los fabricantes, a 40ºC el rendimiento de las placas puede llegar a reducirse en torno al 80%, aunque eso dependerá mucho de la marca y el modelo instalado.

Además, hay que tener en cuenta que las placas, al estar expuestas a la radiación solar, también se calientan, por lo que a la temperatura ambiente habrá que sumar el incremento de temperatura de la placa.

Aún así compensa

Como hemos dicho al inicio del artículo, a pesar de la pérdida de rendimiento a causa del calor, la producción sigue siendo muy elevada y queda compensada por la mayor cantidad de horas de luz y días soleados que presenta la estación estival. 

Ya sea en invierno o en verano tener una instalación de autoconsumo fotovoltaico sale rentable.

La potencia de una placa solar hace referencia a la cantidad de energía que puede llegar a producir. Esta cifra puede variar mucho en función del modelo (existen placas de 300W, 320W, 400W, 420W…). Por eso es importante conocer sus prestaciones para saber qué tipo es el que más nos interesa para nuestra instalación fotovoltaica.

Aunque, como ya hemos comentado, hay de muchos tipos, las placas solares más habituales suelen ser de entre 300W y 420W. Si el panel es de 320W significa que en principio podrá generar estos 320W cada hora que pase expuesto a la luz del sol.

No obstante, la producción de las placas irá variando a lo largo del día. De hecho, existen muchas variables de las cuales depende que la producción aumente o disminuya como pueden ser la época del año, la meteorología, la temperatura, la presencia de sombras o incluso la posible suciedad acumulada sobre las placas solares.

Entonces, ¿cómo podemos saber cuánta potencia pueden producir unas placas solares? A la hora de escoger un modelo de panel solar verás que la potencia se expresa en Wp, vatios pico. ¿Y qué son los vatios pico? La potencia máxima que la placa puede generar en unas condiciones determinadas. Estas condiciones son: una temperatura de 25 grados, una irradiancia de 1000 W/m2 y una masa de aire de 1,5. Es necesario tener en cuenta que hablamos de una potencia máxima con las condiciones concretas que hemos señalado, pero es posible que puntualmente se pueda alcanzar una mayor producción si alguno de los factores varía. 

¿Cómo calculas la potencia que te interesa?

Dependiendo de tu consumo eléctrico necesitarás instalar más o menos potencia en tu planta fotovoltaica. Y dependiendo de la potencia que quieras instalar, necesitarás más o menos placas, según la potencia de cada placa.

Si, por ejemplo, necesitas instalar 3,65kW/h de potencia (3.650W/h), tendrás suficiente con 8 o 9 placas de 420W o con 12-13 de 300W.

De todas formas, estos cálculos son muy sencillos de realizar así que antes de iniciar tu proyecto fotovoltaico puedes ir probando combinaciones hasta encontrar la que más te convenga según tus necesidades.

Factores que influyen en la producción

Como hemos comentado antes, aunque ya hayamos escogido los paneles de la potencia que nos interesa, debemos tener en cuenta el resto de factores externos que influirán en su producción.

Uno de ellos es la temperatura exterior, ya que el calor afecta a las placas solares. Pese a que en verano la producción energética suele ser muy elevada porque disfrutamos de muchas horas de sol, el rendimiento de las placas puede disminuir debido al sobrecalentamiento.

Lo contrario ocurre con el frío. Aunque el problema del calentamiento queda solucionado, contamos con menos horas de luz solar para producir electricidad.

Ante esta situación, si te estás preguntando cuándo es más rentable poner placas solares, te diremos que aunque tienes que ser consciente de que la producción variará y no siempre obtendrás la potencia pico que son capaces de alcanzar, tus placas solares acaban siendo rentables todo el año. Por lo que una instalación fotovoltaica es la mejor alternativa para producir una energía independiente, limpia y gratuita.

El dióxido de carbono, o CO2 es el principal gas de efecto invernadero emitido debido a las actividades del ser humano. Es tal su importancia que en el año 2017, las emisiones de CO2 representaron alrededor del 81.6% de todas los gases contaminantes vertidos a la atmósfera en EEUU.

Aunque el dióxido de carbono está presente de manera natural en la atmósfera como parte del ciclo del carbono de la Tierra, es decir, la circulación natural de carbono entre la atmósfera, la tierra, las plantas o los animales, son realmente las actividades humanas las que están alterando este proceso. Principalmente sus alteraciones vienen determinadas en dos formas: sumando más CO2 a la atmósfera e influenciando la capacidad de los disipadores naturales, como los bosques, para eliminar el dióxido de carbono. 

La principal actividad del ser humano que emite CO2 es la combustión de combustibles fósiles como carbón, gas natural y petróleo para generar energía, pero ciertos procesos industriales y cambios en el uso de la tierra también emiten dióxido de carbono. No te preocupes porque en el artículo de hoy te contamos cuáles son las actividades humanas que más contaminan y cómo podemos reducir sus emisiones de CO2. 

Transporte

La fuente más grande de emisiones contaminantes durante el año 2017 fue la combustión de combustibles fósiles como gasolina o diésel para el transporte de personas y mercancía, con un 34.2% del total de emisiones de CO2 en Estados Unidos y un 27.7% del total de emisiones de gases de efecto invernadero. Dentro de esta categoría se incluyen fuentes relacionadas con el transporte como vehículos de carrera, viajes en avión o transporte marítimo y ferrocarril. 

Electricidad

En ese mismo año 2017, la quema de combustibles fósiles para la generación de electricidad se situó como la segunda fuente más grande de emisiones de CO2 en EEUU, con un 32.9% del total de emisiones de CO2 y un 26.7% del total de emisiones de gases de efecto invernadero en el país. 

Dependiendo del tipo de combustible fósil que utilicemos para producir electricidad se emitirá una cantidad u otra de CO2, ya que quemar carbón generará más emisiones que el petróleo o el gas natural.

Industria

La mayoría de procesos industriales producen CO2 a través del consumo de combustibles fósiles, pero también encontramos procesos que emiten dióxido de carbono a través de reacciones químicas sin combustiones, como la producción y el consumo de productos minerales, la producción de metales o la de sustancias químicas. Esta quema de combustibles fósiles para diversos procesos industriales representa aproximadamente el 15.4% del total de emisiones de CO2 de Estados Unidos, y el 12.5% del total de emisiones de gases de efecto invernadero. 

¿Cómo reducir las emisiones de CO2?

La forma más rápida y efectiva de reducir las emisiones de dióxido de carbono sería minimizar el consumo de combustibles, pero no es un proceso tan sencillo, ya que muchas estrategias para reducir la emisión de CO2 deben ser transversales. 

Algunos ejemplos de oportunidades para reducir las emisiones de dióxido de carbono son:

  • Mejorar el aislamiento de los edificios. 
  • Viajar en vehículos menos contaminantes, especialmente eléctricos. 
  • Vigilar la eficiencia energética de nuestros aparatos eléctricos
  • Reducir el consumo personal de energía apagando luces y electrodomésticos cuando no se estén utilizando.
  • Reducir las distancias de transporte de mercancías. 
  • Apostar por las fuentes de energía renovables. 

¿Te apuntas a reducir tu consumo de energía y por ende las emisiones de CO2?

Cero residuos, o residuo cero es como conocemos en castellano a la expresión zero waste, tan popular hoy en día y que implica reutilizar los productos que ya tenemos para que no se devuelvan al medioambiente en forma de residuos o basura. 

Un proceso imprescindible para alargar el ciclo de vida de los objetos sería el reciclaje, y una mayor exigencia a la hora de incluir en su composición la mayor cantidad posible de materiales biodegradables que no dañen al planeta. 

Si quieres saber la importancia y todo lo que implica este nuevo modelo de consumo, ¡no te pierdas nuestro artículo!

Definición del movimiento zero waste

Conseguir “la conservación de todos los recursos mediante la producción, el consumo, la reutilización y la recuperación responsable de todos los productos, embalajes y materiales, sin quemarlos y sin vertidos al suelo, al agua o al aire para que no amenacen el medioambiente o la salud humana” es la definición más completa del movimiento zero waste, según la Alianza Internacional Zero Waste (ZWIA)

Para esta organización, lograr esta meta involucra a productos y fabricantes a la hora de decidir si siguen o no sus ideales, pero también está en manos de cada consumidor respecto a los compromisos favorables a esa causa. No podemos olvidar que cambiar nuestros hábitos y prioridades en el día a día involucra a toda la sociedad, igual que instituciones y gobiernos, que juegan un papel clave a la hora de aprobar normativas beneficiosas para este movimiento. 

Para entender del todo este concepto, hay que destacar la regla principal en la que se basa, conocida como las 5 R´s:

  • Rechazar lo que no necesitamos. 
  • Reducir los productos que sí son necesarios. 
  • Reutilizar materiales, envoltorios y envases, y siempre siguiendo la recomendación de utilizar productos de segunda mano. 
  • Reciclar todo lo que no es posible rechazar ni reducir. 
  • Riot”, concepto inglés que define la acción de descomponer o compostar la materia orgánica para obtener abono natural.

Origen del movimiento

Uno de los precursores conocidos del movimiento fue Paul Palmer, que en 2005 publicó su libro “Getting to Zero Waste”, donde analiza los diferentes métodos de reciclaje y de la gestión de residuos. En su obra también recoge una serie de recomendaciones sobre cómo implantar este modo de vida en nuestro día a día.

Pero fue la escritora y activista ambiental Bea Johnson la que popularizó este concepto, y así adquirió dimensión internacional. Ante el constante daño que la actividad humana provocaba en la naturaleza, la escritora reflexionó sobre el futuro que dejaría a sus hijos en nuestro planeta, por lo que en 2009 decidió abrir un blog bajo el nombre “Zero Waste Home”, donde comenzó a narrar los pasos a seguir para adoptar un modelo de vida más respetuoso con el medio natural. 

En 2013 su blog ya era tan popular que se materializó en un libro, traducido en más de 20 idiomas, y que ya es una guía esencial para quienes buscan adoptar este estilo de vida. 

Importancia del modelo zero waste

Según el Programa de Medio Ambiente de Naciones Unidas (PNUMA), una sola persona es capaz de producir de media alrededor de 480 kilos de basura al año. Cifras que necesitamos reducir cuánto antes. 

Por eso, los movimientos sostenibles son esenciales para dirigirnos hacia un modelo de producción y consumo basado en la economía circular y el desarrollo sostenible. Pero aún queda mucho por hacer para reducir los niveles de residuos, ya que según el Banco Mundial, solo en las urbes se generaron 2.010 millones de toneladas de residuos sólidos en 2016, es decir, 0.74 kilos por persona y día. Y si no se promueve con éxito una política global de residuo cero, dicha cifra alcanzaría los 3.400 millones de toneladas en 2050.

Medidas implementadas

Por suerte, numerosos países y asociaciones están tomando medidas para mejorar esta situación. Un ejemplo sería el cobro de las bolsas de plástico en tiendas y supermercados para reducir su uso, debido a que se encuentran entre los objetos que más contaminan los océanos, junto con las colillas de cigarrillos, envoltorios de comida o botellas plásticas, según Ocean Conservancy

Este objetivo de reducir el uso de bolsas de plástico es una directiva del Parlamento Europeo que incluye incentivos industriales para desarrollar alternativas menos contaminantes y la recogida del 90% de los envases de plástico de un solo uso de las bebidas para 2025.

España ya se encuentra legislando con este objetivo, prohibiendo el uso, comercialización, importación y exportación de utensilios de un solo uso como platos, tazas, cubiertos o pajitas desechables y que sean fabricados íntegramente con plásticos. 

En LRP Energy apostamos por avanzar hacia un futuro más sostenible y basado en modelos de consumo más eficientes con los residuos.

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