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¿Cómo funciona una batería solar?

Quizá has pensado que con tu instalación de paneles solares ya tienes tu consumo energético cubierto, y en muchas ocasiones esto puede ser cierto, sin embargo existe un componente extra que puede aportar aún más beneficios. 

Este elemento del que hablamos son las baterías solares, o sistemas de almacenamiento, encargadas de almacenar el exceso de energía que el sistema fotovoltaico ha generado durante el día. Gracias a las baterías, podemos ser autosuficientes incluso por las noches, cuando las placas solares no generan energía, sin necesidad de recurrir a la red eléctrica. 

En este artículo te contamos todo lo que necesitas saber sobre los sistemas de almacenamiento fotovoltaico, desde su definición a los tipos que existen, pasando por los beneficios que nos aportan. 

¿Qué es una batería solar y cómo funciona?

Las baterías solares, o acumuladores de energía, son los elementos encargados de almacenar la energía excedentaria que producen los módulos fotovoltaicos (paneles solares), para que podamos utilizarla posteriormente, sobre todo durante las horas en las que no hay luz solar y la instalación no produce energía. 

Funcionamiento de una instalación fotovoltaica con baterías solares

Su funcionamiento es muy sencillo: en las horas de sol la instalación produce la energía necesaria sin ningún tipo de coste, y en el caso de producir más energía de la que vayamos a consumir se almacena en la batería solar hasta su carga máxima, mientras que el resto se vierte a la red de distribución eléctrica y genera una compensación en la factura mensual.

De esta forma, durante las horas nocturnas, cuando el sistema fotovoltaico no genera energía, consumimos la almacenada anteriormente en la batería sin ningún tipo de coste y si esta se agota podemos recurrir a la red eléctrica. 

Tipos de baterías solares

En la actualidad encontramos distintos modelos de baterías solares en el mercado, que se diferencian principalmente por la tecnología utilizada en su fabricación. Algunos tipos que podemos encontrar son: 

  • Baterías de plomo ácido abierto

Las más económicas, cuya aplicación más común la encontramos en el sector del automóvil como batería de tracción en vehículos eléctricos. Están consideradas una tecnología inferior ya que su vida útil es de aproximadamente 300 ciclos de carga, lo que se traduce en menos de un año de vida si se carga y descarga una vez al día. Se destinan sobre todo a pequeños consumos y se pueden descargar hasta un 60%.

  • Baterías AGM (Absorbent Glass Mat)

Permiten que las placas de plomo absorban más rápido y mejor el ácido. Como en el caso anterior, también cuentan con un ciclo de vida corto, aunque aumentan hasta los 500 ciclos de carga y descarga, es decir, entre 5 y 10 años. Son recomendables para furgonetas y autocaravanas, ya que pueden utilizarse como batería de arranque. Una de sus ventajas es que no necesitan mantenimiento. 

  • Baterías de GEL

Compuestas por electrolitos gelificados y que, al estar selladas, no desprenden gases nocivos. De esta manera pueden instalarse en lugares con poca ventilación, por lo que a diferencia de los modelos anteriores se pueden instalar en viviendas siempre y cuando su consumo sea bajo. Mientras, su ciclo de vida es bastante mayor con unos 1.200 ciclos de carga y descarga, y al estar selladas tampoco necesitan ningún tipo de mantenimiento. 

  • Baterías solares estacionarias

Aunque su desarrollo es más reciente ya cuentan con una tecnología superior, con 3.000 ciclos de carga pueden durar hasta 15 años y descargarse hasta el 80% de su capacidad. Al contener un regulador que alimenta el consumo y recargar la batería, esta se descarga muy pocas veces. Este modelo es el más recomendado para instalaciones fotovoltaicas. 

  • Baterías de litio

Las más potentes en la actualidad con hasta 6.000 ciclos de carga y una descarga casi al 100%. Se cargan más rápido y ofrecen una mayor densidad energética, por lo que normalmente se utilizan para viviendas o industrias con gran consumo de energía. Otra ventaja es que son más fáciles de transportar, sobre todo por su menor peso, y pueden instalarse en lugares sin ventilación ya que no emiten gases y no requieren ningún tipo de mantenimiento. 

Ventajas de contar con una batería solar

Algunas ventajas de incorporar sistema de almacenamiento a nuestra instalación fotovoltaica son:

  • Aumentar la rentabilidad de la instalación: ya que se reducirá el plazo de recuperación de la inversión al utilizar esa energía en nuestro consumo en vez de verterla a la red, incrementando el ahorro.
  • Mayor independencia de la red eléctrica: provocando también menor dependencia e inestabilidad ante las subidas de precio.
  • Minimiza la huella de carbono de los hogares, gracias a la reducción de emisiones de CO2.
  • Nos ofrece la posibilidad de aprovechar las ayudas y subvenciones, ahorrando hasta el 70% del coste inicial. 

Por tanto, si tu objetivo es alcanzar el mayor ahorro e independencia de la red eléctrica posible, las baterías solares son el aliado perfecto, permitiendo aprovechar al máximo la instalación solar fotovoltaica. 

No dudes más y pásate al autoconsumo solar de la mano de LRP Energy.