La compleja y turbulenta situación que vivimos actualmente en el mercado energético, las continuas subidas del precio de la luz y el agotamiento de los convencionales combustibles fósiles, como gas, petróleo y carbón, hacen que nos replanteemos el actual modelo de consumo energético. 

Por ello, la eficiencia energética se ha convertido en una prioridad para los gobiernos, sobre todo con la mira puesta en la descarbonización para 2050; pero no todo el mundo tiene claro en qué consiste este concepto. 

En nuestro artículo de hoy te contamos todo lo que necesitas saber sobre la eficiencia energética. 

Concepto de eficiencia energética

Este concepto hace referencia a la capacidad de obtener los mejores resultados en cualquier actividad empleando la menor cantidad posible de recursos energéticos; gracias a ella nos permite reducir el consumo de cualquier tipo de energía y con ello los posibles impactos medioambientales asociados a ella. Este término se aplica desde la generación de dicha energía hasta su consumo final. 

Con la eficiencia energética se busca mantener el mismo rendimiento de nuestra actividad, pero incorporando una serie de modelos de gestión sostenibles, hábitos responsables e inversiones e innovación tecnológica. 

En un país o territorio, disponer de un nivel adecuado de eficiencia energética permite, por ejemplo, aumentar la seguridad de que existirá un abastecimiento de energía suficiente para toda la población. En nuestro hogar también proporciona numerosas utilidades, ya que, según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), nos permite tanto rebajar, en el largo plazo, la factura de la luz como reducir las posibilidades de sufrir un apagón, situación que puede provocar la avería de nuestros aparatos electrónicos o electrodomésticos. 

Por ello la eficiencia energética se ha convertido en una prioridad en las agendas de los gobiernos de todo el mundo, debido al carácter limitado de las fuentes energéticas tradicionales, a su progresivo encarecimiento y la dependencia que generan del mercado exterior, además de su gran impacto negativo sobre el medioambiente y el ecosistema. 

Si nos fijamos en la producción, las empresas y administraciones públicas están poniendo en marcha cada vez más medidas e iniciativas para impulsar las energías renovables y la sostenibilidad, de tal forma que sirvan como guía de ahorro de energía y, por ende, contribuyan a que el planeta sea más sostenible. Un ejemplo es la Directiva Europea 2010/31/EU, que obliga a implementar en nuevas viviendas distintas medidas para reducir el consumo de energía y conseguir que sean más sostenibles.

Otros objetivos relacionados con la eficiencia energética que ha fijado la Unión Europea para 2030, y que se contemplan en el Pacto Verde, son: 

  • Reducir en un 55% las emisiones de efecto invernadero con respecto a 1990.
  • Alcanzar una cuota del 42% de fuentes de energía renovables como la solar, eólica o el hidrógeno. 
  • Una mejora general del 36% al 39% en eficiencia energética. 

¿Cómo se calcula la eficiencia energética?

Uno de los principales estándares para medir y calcular la eficiencia energética es la Norma ISO 50001, aunque rivaliza en popularidad con el International Performance Measurement and Verification Protocol (IPMVP). 

Estos, y otros sistemas, se encargan de estimar principalmente la eficiencia en el uso de la energía de acuerdo a la productividad, es decir, están creadas sobre todo para empresas, y en el caso de los hogares esto se calcula en base al óptimo funcionamiento de equipos e instalaciones comparados con un bajo consumo, lo que se traduce, finalmente, en un ahorro en el pago de las facturas de los proveedores de energía. 

Esto quiere decir que para averiguar si en una vivienda se realiza una adecuada eficiencia energética, se deben tomar en consideración distintos indicadores que miden los consumos de energía durante un periodo de tiempo determinado. La eficiencia energética se encuentra íntimamente ligada a la intensidad de la energía pero de manera inversamente proporcional: cuanta más intensidad energética utilicemos en nuestro hogar, menor será la eficiencia energética que estamos llevando a cabo. 

Beneficios de la eficiencia energética en los hogares

Por si ayudar a mejorar el planeta o abaratar nuestra factura de la luz, hasta en un 40%, no fuesen beneficios suficientes, apostar por una estrategia de eficiencia energética en el hogar puede proporcionar a las familias una serie de ventajas: como un menor ruido en las habitaciones, gracias a que se pueden tener las ventanas cerradas y reducir la necesidad de utilizar aparatos de aire acondicionado; un incremento en las condiciones de habitabilidad de la vivienda, con temperaturas más uniformes todo el año; o disfrutar de ciudades más limpias, ya que algunos edificios son en la actualidad grandes focos de contaminación. 

Para lograr que nuestra vivienda sea eficiente es necesario implementar una serie de medidas y rutinas que, en realidad, se encuentran al alcance de todos. Uno de ellos es conseguir una correcta climatización gracias al uso de sistemas de ventilación mecánicos de doble flujo, con estancias que sean estancas entre sí, algo que, además de suponer un menor coste econ´mico también contribuye a nuestro bienestar y salud, eliminando el aire viciado e introduciendo aire desde el exterior, filtrado previamente. 

Otro de los elementos clave es apostar por un consumo óptimo de nuestros electrodomésticos, favoreciendo la compra de aparatos eléctricos con etiqueta A+, A++ o A+++. Un ejemplo fácil son las bombillas de bajo consumo, que aunque pueden ser una inversión inicial mayor, su vida útil puede triplicarse, por lo que en el largo plazo, supone un considerable ahorro en todos los sentidos. 

Si hablamos de elementos más estructurales de la vivienda, optar por ventanas y puertas estancas y resistentes mejora enormemente la climatización, al igual que las paredes construidas con elementos robustos, dado que favorecen a reducir que se escape el calor en invierno o que entre más del debido en verano. Por otro lado, los toldos o las cubiertas aislantes en el techo también ayudan a mantener estable la temperatura en el interior. 

En relación al calentamiento del agua, implementar calderas de condensación, que suponen un desembolso económico al principio, aseguran una mayor eficiencia en el largo plazo, lo que implica un ahorro energético y económico. 

Si tú también quieres apostar por la eficiencia energética en tu hogar y desvincularte de los combustibles fósiles, LRP Energy te ayuda en el proceso hacia las energías renovables. 

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¡Únete ya a la energía solar!

Cada vez más las empresas, independientemente de la actividad en la que se enmarquen, su tamaño o ubicación, deben cumplir un mayor número de exigencias ambientales, ya sean impuestas por la Administración, los clientes o la sociedad. 

Los expertos aconsejan a los propietarios de empresas y negocios que diseñen una hoja de ruta en la que figuren las inversiones necesarias y los objetivos a alcanzar en esta materia. Además, es una manera de poder optar a las distintas opciones de financiación y subvenciones que existen, sobre todo si hablamos de fondos europeos. Estos fondos subvencionan y ofrecen óptimas condiciones de financiación a proyectos de eficiencia energética, instalación de energía solar y movilidad sostenible. 

Pero, ¿cómo se mide ese compromiso medioambiental?

Los conocidos como criterios ESG (Environmental, Social and Governance), es decir, criterios medioambientales, sociales y de buen gobierno, no solo se han ido incluyendo en la gestión diaria de las empresas, sino que su cumplimiento y seguimiento es ya una obligación que deben asumir los consejos de administración. Si hablamos además, de empresas cotizadas su normativa es aún más exigente a la hora de auditar dichos criterios. 

El crecimiento, y obligación, de estos compromisos medioambientales por parte de las empresas han creado la necesidad de nuevos sistemas de certificación que evalúen su sostenibilidad. Mientras que en un principio estos certificados independientes ofrecían un punto extra de seguridad a los consumidores, ahora permiten comprobar que las empresas sí toman pasos reales a favor del planeta y no solo se limitan al famoso greenwashing, es decir, un lavado de cara. 

Dichos certificados medioambientales se encargan de medir los distintos avances en aspectos como la gestión de residuos, la reducción del consumo energético y de agua, el diseño de productos con criterios ecológicos o si recurren a energías renovables. Por tanto, no solo se trata de fiscalizar si cumple con las normativas, sino si ha adoptado una serie de mecanismos internos para lograr esos objetivos y evaluarlos regularmente. 

Además, en los últimos años están empezando a cobrar más relevancia las certificaciones sobre la trazabilidad de los productos, tema muy presente en la industria agroalimentaria. Y es que, los usuarios exigen conocer al detalle, y en este caso el marco legal les avala, el historial del producto que llega a su mesa: desde el tipo de cultivo al pienso utilizado, el grado de bienestar animal, las artes de pesca empleadas o el recorrido seguido durante su transporte. 

¿En qué benefician los certificados medioambientales?

Pese a que la implantación de estos certificados ambientales por parte de las empresas puede responder a diversos motivos es indudable que esta busca posicionarse como un ente social y medioambientalmente responsable, diferenciándose de su competencia y reforzando, de manera positiva, su imagen ante clientes y consumidores. 

Si la empresa busca mejorar su competitividad y reducir el riesgo de litigios y sanciones, estos certificados medioambientales pueden significar el acceso a mercados que piden exigen como requisito de admisión el cumplimiento de estos estándares medioambientales; o si quieren lograr un posicionamiento superior en el mercado en países donde se valora de manera más positiva la responsabilidad ambiental de las empresas, los clientes optarán por ellos frente a competidores que no se preocupen por estos criterios. 

Además, el logro de estos distintivos ambientales puede traer consigo ahorros de costes gracias a la implementación de medidas concretas que promueven un uso más eficiente de materias primas, productos y/o energía, o por la obtención de beneficios fiscales que ciertas jurisdicciones brindan a las empresas que cumplen estos requisitos. 

Por último, la implantación de los certificados medioambientales puede que responda al cumplimiento de su política de responsabilidad social corporativa, y la gestión de estas cuestiones y su integración en la estrategia de la empresa hace que el nivel de confianza de los grupos de interés crezca, reforzando así la imagen de compromiso medioambiental. 

Principales sellos de certificación medioambiental en España

  • AENOR

La Asociación Española de Normalización y Certificación es una entidad independiente creada en 1986, siendo posiblemente la más conocida en este sector ya que permite acreditar el compromiso ambiental de una empresa con los sistemas generales de gestión ambiental, como la norma ISO 14001. La AENOR clasifica sus certificaciones en seis apartados: 

  1. Gestión ambiental global, el mencionado anteriormente ISO 14011, el más extendido, que promueve la implantación de Sistemas de Gestión Ambiental en las empresas para que estas sean más sostenibles, se diferencien de la competencia y refuercen su reputación frente a los clientes. 
  2. Economía circular, permite obtener el Certificado de Conformidad AENOR de Estrategia 100% Circular y se encarga de medir los criterios de las empresas en aspectos como el ecodiseño, la gestión de residuos, la reducción de microplásticos, la huella hídrica, el tratamiento de los residuos alimentarios, la trazabilidad del plástico utilizado y el recurso a energías renovables. 
  3. Cambio climático, mide la huella de carbono de las empresas (ISO 14064) y la huella de carbono del producto (ISO 14067).  Su objetivo final es reducir la concentración en la atmósfera de los gases de efecto invernadero, causantes de la aceleración del cambio climático. 
  4. Gestión de recursos, en el que se incluyen las normas ISO 14046, que mide la huella hídrica, e ISO 50001, sobre la eficiencia energética. Siempre, en este tipo de modelos de certificación, no solo se mide el consumo en la fabricación sino a lo largo de toda la cadena de suministro. 
  5. Sector forestal, dirigidas a las industrias que explotan los recursos boscosos para que actúen de manera económicamente viable, socialmente beneficiosa y ambientalmente responsable. 
  6. Otras industrias, apartado en el que AENOR incluye las certificaciones específicas para las marcas de detergentes, la minería, el reciclaje de automóviles, la recogida y recuperación de papel y cartón y los centros de Protección de Datos (CPD).
  • C2C

El sello Cradle to Cradle, o “de la cuna a la cuna” si lo traducimos al castellano, se otorga a los productos que utilizan en su fabricación materiales considerados como seguros y sostenibles para el entorno rural. 

Su objetivo es reconocer el compromiso de aquellas organizaciones que minimicen los desechos, usen energías renovables, hagan un uso eficiente y responsable del agua y pongan en práctica estrategias de RSC (Responsabilidad Social Corporativa).

  • PUNTO VERDE

Sello medioambiental otorgado por Ecoembes, que certifica la adhesión a su Sistema Integrado de Gestión de Envases. Es una acreditación importante sobre todo para las empresas envasadoras, ya que, en virtud de la Ley 11/97, de Envases y Residuos de Envases, este tipo de compañías tienen la obligación de recuperar los residuos de envases de productos que pongan en el mercado para que sean reciclados y revalorizados. La certificación acredita que las empresas están cumpliendo con dicha ley. 

  • ETIQUETA ENERGÉTICA

Certificado que se otorga a los aparatos eléctricos según su eficiencia energética. Cuenta con un código de valores que va desde la A (más eficiente y menos consumo, de color verde) hasta la G (que indica un aparato con menor eficiencia y, en consecuencia, mayor consumo, de color rojo). 

  • FAIRTRADE

Que reconoce el comercio justo a nivel internacional y tiene como objetivo acreditar el cumplimiento de los principios de este tipo de comercio. 

Desde LRP Energy te ayudamos a la certificación de tu empresa en temas de compromisos medioambientales gracias a la energía fotovoltaica. No dudes más y únete al movimiento respetuoso con el planeta.

Nuestro país contaba con más de 13 mil puntos de recarga públicos a finales del año 2021, cifra que puede parecer importante pero que se encuentra muy lejos del objetivo marcado por España para 2023: 100.000 puntos de recarga que faciliten servicio al parque de vehículos eléctricos existente actualmente. Estos puntos no se encontrarían únicamente en las vías públicas, sino también en comercios, restaurantes, hoteles, parkings y en general cualquier negocio que disponga de plazas de estacionamiento. 

Además, encontramos el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), avalado por la Unión Europea y que dirige los Fondos Next Generation. Dicho Plan prevé que España posea 100.000 puntos de recarga pública antes de que finalice el año 2023, un objetivo muy ambicioso que va acompañado de varias medidas regulatorias y fiscales e incentivos, además de ayudas directas a las empresas. 

Para que este impulso sea real y efectivo, el Ministerio de Transición Energética y Reto Demográfico se encuentra preparando un marco regulatorio que incentive aún más al sector energético y a las empresas para instalar esta infraestructura a lo largo y ancho del territorio español. Esta normativa se unirá a las ayudas ya vigentes que subvencionan gran parte de los costes de los puntos de recarga públicos dentro del Plan MOVES III, y que está dotada por 800 millones de euros. 

Además, el Real Decreto Ley 29/2021 aprobado el pasado 21 de diciembre ya obliga a los negocios que cuentan con zona propia de parking, ya sea cubierto o al aire libre, que incluya más de 20 plazas, a instalar puntos de recarga eléctrica. Estas empresas obligadas tendrán hasta final de este año 2022 para cumplir con esta obligación legal. 

En el mismo Real Decreto Ley 29/2021 también encontramos que se simplifican los trámites administrativos para instalar esta infraestructura, como las licencias de obras, funcionamiento o actividad, e invitaba a los ayuntamientos a bonificar a las empresas con hasta un 50% del IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles) y del IAE (Impuesto de Actividades Económicas), además del 90% del ICIO (el conocido Impuesto de Construcciones, Instalaciones y Obras).

La norma legal establece que por cada 40 plazas de aparcamiento o fracción se debe instalar 1 punto de recarga, y si el parking tiene entre 20 y 40 también es obligatorio. 

Plan MOVES: 525 millones adicionales para incentivar la instalación

En el Real Decreto que ya hemos mencionado anteriormente, también se contempla un paquete de 525 millones de euros pensados para las empresas distribuidoras, de forma proporcional a su representatividad hasta el año 2023. Estas ayudas permitirán financiar hasta un 50% de los activos relacionados con la digitalización de la red y con las infraestructuras necesarias para alimentar los puntos de recarga rápida, es decir, que tengan una potencia superior a 250 kW.

El Gobierno, a parte de todas las medidas citadas, abrió la opción de que las empresas puedan instalar puntos de recarga en las vías de titularidad estatal y en sus ubicaciones circundantes. De esta manera se busca simplificar los trámites para instalar este tipo de infraestructuras por toda la red de carreteras. 

A pesar de todas ventajas e ideas que se tienen para este proyecto, la realidad es que en 2021 solo se instalaron 4.866 nuevos puntos de recarga; y de los 13.411 puntos existentes, 7.685 se encuentran en entornos urbanos, por eso la Administración tiene la intención de favorecer la instalación en vías interurbanas. Las Comunidades que lideran el mapa oficial de puntos de recarga públicos a día de hoy son Cataluña (3.549), Comunidad Valencia (1.611) y Madrid (1.601).

¿125 millones adicionales?

Debido al buen progreso del Plan MOVES III, el Gobierno aprobó el pasado mes de marzo de 2022 una ampliación de 125 millones de euros en las Comunidades Autónomas de Cataluña, Madrid, Castilla y León e Islas Baleares. 

Pero, ¿qué es el Plan MOVES III? Fue un plan que lleva en vigor desde abril 2021 con una dotación inicial de 400 millones de euros ampliable a 800 millones, y que busca impulsar el despliegue de la infraestructura de recarga de vehículos eléctricos con incentivos para particulares, comunidades de propietarios y pequeñas y medianas empresas, y específicamente para los puntos de carga rápida y ultrarrápida. 

Estas ayudas a las empresas parten de un mínimo del 35% y su límite máximo de ayuda es de 800.000 € por expediente, o un límite 2.5 millones por beneficiario. Para el despliegue de puntos de recarga públicos de 50 kW de potencia o más, las ayudas cuentan con un 10% adicional en actuaciones desarrolladas por medianas empresas y un 20% si son llevadas a cabo por pequeñas empresas. De esta manera una pequeña empresa podría conseguir un 55% de ayuda para la instalación de infraestructuras de recarga. 

Según cálculos de la organización europea Transport & Environment, nuestro país necesitaría contar con casi 1 millón de puntos de recarga en 2035 si el ritmo de penetración de los vehículos eléctricos sigue como hasta ahora. 

Y tú, ¿qué opinas de estos planes tan ambiciosos para favorecer a los vehículos eléctricos?

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Los vehículos eléctricos han experimentado un auge sin precedentes, inundando el mercado, las campañas de publicidad y los medios de comunicación, definiendo la nueva revolución del sector de la automoción. Esta tecnología claramente ha llegado para quedarse de manera definitiva, aunque aún se necesita mucho desarrollo para equiparar su rendimiento y practicidad al de los vehículos de motor térmico. 

Pero sí que encontramos otros aspectos en los que el coche eléctrico proporciona más ventajas que los vehículos convencionales, siendo una de ellas el menor coste de mantenimiento. O ese es el pensamiento general; en nuestro artículo de hoy vamos a comprobar si esto es cierto. 

Mantenimiento del motor, electrónica y cargador. 

Uno de los principales argumentos a favor del vehículo eléctrico en relación al mantenimiento es su motor, mucho más sencillo que el de los coches tradicionales con motor de combustión. Esto es un argumento ya contrastado, ya que el motor tradicional está formado por miles de piezas sometidas a fricción y altas temperaturas, lo que convierte el motor en un elemento altamente complejo y sofisticado.

Esto nos lleva a la necesidad de una mayor frecuencia en el mantenimiento y sustitución de las piezas en estos motores térmicos, pues por mucho que lo cuidemos, tarde o temprano los filtros, el aceite, el embrague o la correo de distribución, entre otras muchas piezas, necesitarán ser cambiadas.

En contrapunto, el motor eléctrico no necesita mantenimiento al no contar con piezas móviles sometidas a rozamientos ni altas temperaturas. Además, pese a que los vehículos eléctricos aún son una tecnología muy reciente y en constante desarrollo, la realidad es que se trata de una tecnología probada que llegó a inventarse antes que el motor de combustión, pero que por diversos motivos cayó en el olvido durante décadas. 

Esto mismo puede decirse de la electrónica y el sistema de carga integrado en los coches eléctricos, ya que no precisan de mantenimiento alguno. 

¿Qué mantenimiento necesitan las baterías?

Como ya es sabido, el segundo elemento clave de un coche eléctrico son las baterías, que le proveen de la autonomía necesaria. Aunque las baterías se deterioran y es necesario su sustitución con el paso de los años (aunque actualmente suelen ser más de 10), no precisan de un mantenimiento, lo que reduce los costes del propietario. Además, ¡cuanto mejor uso se le dé, más tiempo durarán!

Pero no podemos olvidar que si es necesario el cambio de la batería antes de la jubilación total del coche, el desembolso es considerable, Un ejemplo con el que podemos ver este sobrecoste es el precio que tienen las baterías nuevas de 58 kWh para un Volkswagen ID. 3, que rondan los 14.500€.

Elementos comunes

Dejando de lado el motor y las baterías, el resto de mantenimiento de un vehículo eléctrico y otro tradicional es prácticamente igual, ya que, tanto el tren de rodaje, como las suspensiones, frenos, etc. son los mismos que los de cualquier otro coche; aunque también cuentan con la ventaja que los frenos tardan menos en degradarse gracias a la tecnología de freno regenerativo que poseen los coches eléctricos. 

Por tanto, las conocidas operaciones de mantenimiento relacionadas con los amortiguadores,neumáticos, filtros antipolen o limpiaparabrisas serán las mismas independientemente del tipo de vehículo, variando según nuestros hábitos de conducción

Pero sí encontramos cambios en el mantenimiento y control de las conexiones eléctricas de un vehículo propulsado por baterías, ya que su sistemas es mucho más complejo que el sistema eléctrico de un vehículo térmico; de esta manera necesita de un plan de mantenimiento propio, mano de obra especializada y herramientas específicas, lo que sí supone un sobrecoste en relación a los coches convencionales.

LRP Energy con los vehículos eléctricos

Pero la respuesta a la duda que teníamos es sin duda sí, el mantenimiento de un vehículo eléctrico es menos costoso que el de los vehículos con motores térmicos; y es que según algunos fabricantes de vehículos eléctricos, su mantenimiento puede ser hasta un 20% más barato que el de un coche con motor térmico, aunque es necesario tener en cuenta que deberán tener un plan de mantenimiento propio con herramientas específicas y mano de obra especializada que se encargue de revisar las conexiones eléctricas principalmente. 

Aún así, encontramos que este tipo de vehículos no sólo benefician a nuestro bolsillo, sino que también repercuten de manera muy positiva en el medio ambiente: según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDEA), 1.000 coches eléctricos corresponden a la no emisión de 30.000 kilos de gases contaminantes y 2 toneladas de CO2 al año. 

Y por si fuera poco tampoco generan ningún tipo de contaminación acústica, algo que beneficia la vida en grandes urbes, donde el tránsito de vehículos es continuo.

Por todo esto, desde LRP Energy apoyamos la implementación y compra de coches eléctricos, y para facilitarte el cambio desde un vehículo tradicional ahora ofrecemos estaciones de carga que combinadas con una instalación fotovoltaica suponen un gran ahorro en los costes eléctricos mensuales. 

¡Únete a la energía solar y comienza a ahorrar!

Los conflictos bélicos en el este de Europa han establecido un escenario de gran volatilidad donde el precio del gas ha aumentado hasta límites inéditos e insostenibles, lo que ha provocado un mayor encarecimiento de la factura de luz (si bien ya se estaba viviendo también con anterioridad) y ha puesto en entredicho el modelo energético de la Unión Europea.

Este modelo se caracteriza por depender excesivamente de los combustibles fósiles y, más concretamente del gas procedente de mercados ajenos a la unión, entre los que destaca Rusia. Según datos de la Agencia Europea para la Cooperación de Reguladores de Energía, hasta 14 países europeos tienen una dependencia del gas ruso superior al 50%. 

Y en la misma línea encontramos que el 45,3% del gas natural que consumen los países miembros de la Unión Europea procede de Rusia, lo que refleja que nuestra dependencia energética limita la capacidad de decisión y actuación.

Por eso ante estas situaciones tan complejas es necesario que Europa ofrezca una respuesta coordinada y decidida, apostando por crear un mercado energético interconectado y apoyado en las energías renovables y el autoabastecimiento. 

La última respuesta por parte de la Unión Europea ha sido el plan REpower EU, con el que se busca acelerar la transición energética y aumentar la autonomía europea y para ello se destinarán 210.000 millones de euros adicionales del presupuesto europeo hasta 2027.

En el artículo de hoy te contamos los objetivos principales de este programa europeo y los beneficios que presentará para el autoconsumo en España. 

Objetivos y líneas a seguir

 

  • Duplicar la energía solar fotovoltaica instalada de aquí a 2025 para lograr un total de 600 gigavatios en 2030. Se prevé sumar de media 45 GW por año durante la presente década, y en la actualidad encontramos que hay instalados en torno a 165 GW. 
  • Aumentar del 40 al 45% el porcentaje que representan las energías renovables en el año 2030. Para ello se invertirán 86 mil millones de euros, y en 2050, cuando se alcance el objetivo de cero emisiones, la Comisión prevé que la energía eólica y solar representen el 66 % de la electricidad producida. Actualmente producen solo el 33%.
  • Duplicar el número de empleados dedicados al sector fotovoltaico, cifra que actualmente se encuentra alrededor de los 357.000, de aquí a 2030. Se impulsarán políticas para favorecer la disponibilidad de abundante mano de obra cualificada para hacer frente al reto de producir y desplegar energía solar en toda la Unión Europea. 

Iniciativa Europea de Tejados Solares

La Comisión Europea ha fijado como principal objetivo “promover el despliegue fotovoltaico rápido y masivo”, y el instrumento que han elegido para ello es la iniciativa Europea de Tejados Solares. Para ello se prevé un calendario gradual de obligaciones de instalar paneles solares en nuevos edificios públicos, comerciales y residenciales. 

Esta iniciativa busca que sea obligatorio instalar paneles solares en todos los edificios nuevos ya sean de uso residencial como públicos o comerciales, inclusive los edificios ya existentes. Más concretamente: 

  • Todos los nuevos edificios públicos y comerciales que tengan una superficie útil superior a 250 m2 para 2026. 
  • Todos los edificios públicos y comerciales ya existentes que cuenten con una superficie útil superior a 250 m2 para 2027. 
  • Todos los nuevos edificios residenciales para 2029.

Entre estas medidas encontramos la obligación de que haya al menos una comunidad de energía basada en energías renovables en cada municipio que supere los 10.000 habitantes para 2025.

La Unión Europea quiere simplificar aún más los trámites administrativos, y es que, la apuesta europea por la energía solar es fruto del crecimiento sostenido que se ha observado en esta fuente de energía, de su progresivo abaratamiento (contando con que se han reducido los costes de la instalación en un 82% en la última década, según la memoria de la Estrategia Solar) y de la competitividad de las placas y parques fotovoltaicos, cuya tramitación y plazos de instalación son notablemente menores que los parques eólicos. 

Otra de las medidas principales contempladas en la Estrategia Solar es la creación de una Alianza Europea de la Industria Solar Fotovoltaica que abarque toda la cadena de valor, ya que la Comisión Europea está principalmente interesada en el fortalecimiento del sector de fabricación de instalaciones solares. 

Pero, los objetivos europeos, pese a su ambición, aún se encuentran lejos de los 1.000 gigavatios que 5 países europeos reclamaron a la Comisión. Austria, Bélgica, lituania, Luxemburgo y España incluyeron en un plan un mapa de 70 millones de tejados solares antes de que finalice esta década. 

Por ahora los 600 gigavatios para 2030 son una cifra importante en el horizonte europeo que posiblemente se deba revisar antes de que alcancemos esa fecha, ya que habrá países, como España, que se adelanten al haber puesto en marcha medidas para acelerar el despliegue de la energía solar a través de los fondos Next Generation. 

LRP Energy por un futuro limpio y renovable

La conclusión para Europa es clara, no podemos retrasar la transición hacia una energía más limpia, sino abandonar el uso de combustibles fósiles lo antes posible y dotar así a los Estados miembros de una dependencia energética que garantice nuestra economía y un suministro eléctrico más sostenible y asequible para todos. 

Desde LRP Energy apostamos por soluciones ecológicas y ofrecemos servicios para proporcionar dicha independencia energética, además, el momento es el idóneo debido a las constantes ayudas y fondos para fomentar el autoconsumo. 

No lo dudes más y únete a la energía solar fotovoltaica, da el primer paso para impular la energía verde.