Los expertos tienen claro que los bancos de energía son dispositivos que en realidad son baterías. El hardware se compone de baterías, controladores (circuitos de soporte) y conectores: los más habituales son USB y micro USB. Se inventaron para dar soporte a los aparatos electrónicos actuales.
Hagamos un breve recorrido por la evolución de los teléfonos móviles.
En las viejas películas de principios de los 90, se puede ver a la gente haciendo llamadas utilizando algo que parecía un ladrillo. Una cámara grande y pesada con una enorme antena. Un dispositivo tan pesado sería probablemente una gran herramienta defensiva. Más tarde, las cámaras se hicieron más pequeñas y cómodas. En algunos, la batería duraba una semana o incluso dos. Hoy en día, es difícil encontrar un dispositivo con una batería que dure tanto. Los modelos posteriores tenían pantallas en color, y las siguientes generaciones tenían muchas características y funciones sorprendentes:
– pantallas táctiles,
– sistemas de navegación,
– Internet,
– una serie de programas y aplicaciones para facilitar la vida.
Los teléfonos móviles se inventaron para poder utilizarlos en movimiento. Hoy en día es frecuente que el teléfono deba cargarse todos los días. No puedes ir a ningún sitio que no tenga un enchufe, no puedes hacer viajes largos como ir de camping. Puedes prescindir de tu teléfono, pero ¿te lo imaginas? Una buena solución a este problema es precisamente
el uso de un banco de energía, que permite almacenar la energía de una instalación fotovoltaica durante el día, para luego poder utilizarla cuando se ponga el sol.