Según un informe del Banco Mundial, solo en países pertenecientes a la OCDE, donde la sociedad de consumo juega un papel clave, se generan 572 millones de toneladas de basura al año: esto es el 44% de la generación global.
Mientras en nuestro país, cada español produce una media de 460 kg de residuos urbanos anualmente, es decir, seis veces más que su peso medio.
Pero estas cifras palidecen si las comparamos con el resto del planeta, ya que en el mundo se contabilizan más de 3,5 millones de toneladas de desechos, cifra que al año se eleva hasta los 1.300 millones de toneladas.
Este impactante dato es debido al modelo económico lineal que ha imperado durante años en nuestra sociedad, basado en la extracción, producción, consumo y eliminación. Modelo que implica altos costes ambientales, tanto a la hora de producción de los productos como al finalizar su ciclo de vida.
Por eso, las instituciones comunitarias trabajan en la reforma del marco legislativo para promover un cambio en el modelo de gestión de residuos actual, promoviendo una verdadera “economía circular”.
Pero, ¿qué significa este concepto? Te lo contamos todo en el artículo de hoy.
Concepto de economía circular
Se define como un sistema económico y social que tiene como finalidad la producción de bienes y servicios al mismo tiempo que reduce su consumo y el desperdicio de materias primas, agua y fuentes de energía.
La economía circular se centra en los procesos de producción y plantea reutilizar, reparar o reciclar aumentando la fabricación y el consumo sostenible. Así, además de reducir los residuos, se ahorra energía y se contribuye a evitar los daños irreversibles causados en lo relativo al clima, la biodiversidad y a la contaminación del aire, el suelo y el agua, como consecuencia de la utilización de recursos a un ritmo que supera la capacidad de la Tierra para renovarlos.
Para mitigar al máximo estás consecuencias medioambientales es necesario minimizar la generación de residuos y favorecer que los productos, los materiales y los recursos se mantengan en la economía durante el mayor tiempo posible: estas son las bases de la conocida como economía circular, que busca promover un nuevo modelo de producción y consumo de bienes y servicios ligado a la sostenibilidad.
Y es que, la sociedad en su conjunto debe contribuir a hacer de la economía circular una realidad ampliamente extendida. Un ejemplo nos lo ofrece la Organización de las Naciones Unidas, que a través de los Objetivos de Desarrollo Sostenible lucha por una producción y un consumo responsables (con el Objetivo 12). Estos 17 objetivos son ambiciosos y universales, y suponen una llamada a la acción para abordar los principales desafíos medioambientales, sociales y económicos a los que nos enfrentamos.
Por tanto, el objetivo principal de la economía circular es aprovechar al máximo los recursos materiales de los que disponemos alargando el ciclo de vida de los productos: esta idea surge de imitar a la naturaleza, donde todo tiene valor y todo se aprovecha, donde los residuos se convierten en un nuevo recurso. Así, logramos mantener el equilibrio entre progreso y sostenibilidad.
Diferencias entre economía circular y lineal
Durante toda la historia moderna hemos aplicado modelos de producción lineales, es decir, se extrae, produce, consume y desecha, en ese orden. Pero la sociedad en la que vivimos hace que el ritmo de consumo se esté acelerando, ya que este es un modelo rápido pero poco sostenible para el planeta.
Mientras, la economía circular establece un modelo de producción y consumo más sostenible, donde las materias primas se mantendrían más tiempo en los ciclos productivos y pueden ser aprovechadas de manera recurrente, procurando así generar muchos menos residuos.
Como su propio nombre indica, la esencia de este modelo radica en que los recursos se conserven en la economía el mayor tiempo posible, promoviendo que los residuos que generamos puedan servirnos de materia prima en otras industrias.
Principios de la economía circular
Ya es de conocimiento popular la regla de las 3R, esenciales para el desarrollo sostenible y la conservación del equilibrio ambiental: reducir, reutilizar y reciclar. Esto quiere decir que lo que obtenemos de la naturaleza debe volver a ella al agotar su vida útil, de una forma cíclica y respetuosa con el entorno. Pero, ahora también existen otras cuatro reglas menos conocidas, las 7R, los pasos necesarios para alcanzar la economía circular:
- Rediseñar: pensar y diseñar los productos de manera que su proceso de fabricación consuma menos materias primas, alargue su vida útil y produzca menos residuos, o al menos sean residuos más fáciles de reciclar. Así incrementamos el cuidado del medio ambiente.
- Reducir: cambiar nuestros hábitos de consumo hacia un modelo más sostenible. Si minimizamos el consumo, evitamos la generación de residuos, el gasto de materias primas y, también, se reduce el impacto en el medio ambiente.
- Reutilizar: usando de nuevo o dando otra aplicación a los productos alargamos su vida útil.
- Reparar: arreglar y actualizar objetos antiguos para que se puedan volver a utilizar como vintage.
- Reciclar: promover mejores prácticas en la gestión de residuos y reutilizar aquellos que sea posible como materia primera para la fabricación de nuevos productos.
- Recuperar: fomentar nuevos usos a productos que van a ser desechados.
Beneficios de la economía circular
- Protege al medio ambiente: reduce las emisiones contaminantes, minimiza el consumo de recursos naturales y disminuye la generación de residuos.
- Beneficia la economía local: ya que fomenta modelos de producción basados en la reutilización de residuos cercanos como materia prima.
- Fomenta el empleo: estimula el desarrollo de un nuevo modelo industrial más innovador y competitivo, así como mayor crecimiento económico y más empleo.
- Favorece la independencia de recursos: la reutilización de los recursos locales puede favorecer una menor dependencia de la importación de materias primas.
Pero, ¿qué está haciendo la UE para implantar una economía circular?
El pasado año 2020, la Comisión Europea presentó el Plan de Acción para la Economía Circular, cuyo objetivo es conseguir productos más sostenibles, reducir los residuos y empoderar a los ciudadanos. También presta especial atención a los sectores intensivos en recursos, como la electrónica y las TIC, los plásticos, los textiles o la construcción.
Un año más tarde, en febrero de 2021, el Parlamento votó el plan de acción sobre economía circular y demandó medidas adicionales para avanzar hacia una economía neutra en carbono, sostenible, libre de tóxicos y completamente circular en 2050. Para ello es necesario incluir leyes más estrictas sobre reciclaje y objetivos vinculantes para 2030 de reducción de la huella ecológica por el uso y consumo de materiales.
Por último, en marzo de este año 2022, la Comisión dió a conocer el primer paquete de medidas para acelerar la transición hacia una economía circular, como parte del plan de acción sostenibles, el empoderamiento de los consumidores para la transición verde, la revisión de la normativa sobre productos de la construcción y una estrategia sobre textiles sostenibles.
Pero ahora queremos saber tu opinión, ¿qué te parece este modelo económico? ¿Crees que acabará implantándose en nuestro país?