La energía solar nos proporciona en solo una hora tal cantidad de energía que podría satisfacer las necesidades energéticas de todo el mundo durante un año. Este potencial es el que provoca que la fotovoltaica se presente como una de las alternativas más limpias para un futuro sostenible.
Además, expertos, gobiernos y organizaciones medioambientales ponen su foco en que la energía solar llegue a ser la principal fuente de suministro energético en la mayoría de países, favoreciendo su accesibilidad. Pero la realidad es que todas estas asociaciones están a favor de la fotovoltaica por los grandes beneficios que aporta a nuestro medio ambiente.
¡Sigue leyendo para descubrirlos!
Primero, ¿qué es la energía solar fotovoltaica?
La fotovoltaica es una fuente de energía de origen renovable que obtenemos de la radiación de rayos solares, para su posterior transformación en electricidad. Esto es posible gracias a las instalaciones fotovoltaicas compuestas de módulos solares, inversor y, en ocasiones, baterías. Cada placa contiene unos pequeños dispositivos con propiedades semiconductoras, conocidos como células fotovoltaicas, formadas de silicio monocristalino, policristalino o amorfo.
Estas celdas son las encargadas de generar la energía: cuando la luz solar incide sobre ellas, los fotones de los rayos ultravioleta son absorbidos y en su interior se liberan los electrones. Este movimiento de electrones produce electricidad en forma de corriente continua, que no se puede utilizar en los hogares, por eso necesitamos el inversor, encargado de convertir la corriente continua en alterna para su uso doméstico.
Ahora ya estamos listos para conocer sus múltiples beneficios ecológicos.
Es renovable e inagotable
El Sol nos proporciona anualmente una cantidad de energía que representaría unas 4.500 veces la energía que consumimos, por lo que representa una fuente de energía abundante y renovable.
Además, algunos estudios estiman que el sol aún estará con nosotros millones de años, convirtiendo a la energía solar en una fuente prácticamente ilimitada.
Gracias a la tecnología fotovoltaica aprovechamos esta radiación solar para transformarla en electricidad, que podemos consumir en nuestros hogares o negocios.
Reduce el cambio climático
La energía solar ayuda a disminuir las emisiones de CO2, evitando la emisión de gases contaminantes y nocivos para el ser humano y la vida en el planeta.
La mayor parte de estos gases se producen directamente por la dependencia actual de los combustibles fósiles para generar energía, los cuales provocan grandes niveles de dióxido de carbono y contaminación, siendo uno de los principales responsables del cambio climático.
¿Sabías que la huella de carbono que la tecnología solar deja sobre el planeta es de 2.1 gramos? Esto es unas 14 veces menos que la de otras energías renovables.
Evita la degradación ecológica
Como ya te hemos comentado antes, el impacto ambiental de la energía solar es mucho menor que el de otras fuentes renovables, ya que, por su capacidad de adaptación al entorno, por sus materiales y por su manera de producir energía, esta tecnología apenas genera impacto en las zonas donde se instala.
Ayuda a conservar el agua
El agua es uno de nuestros recursos más preciados, y actualmente solo el 3% de la superficie terrestre es agua dulce. La extracción de recursos y las fuentes de electricidad convencionales son intensivas en mano de obra y perjudiciales para el medio ambiente, ya que requieren de decenas de miles de litros de agua cada año.
Lo que diferencia la fotovoltaica de otras fuentes de energía renovable es que no requiere agua para su uso, por lo que supone una gran solución de ahorro de agua a largo plazo.
Disminuye los riesgos para la salud
Las conocidas emisiones de CO2 no solo contribuyen al cambio climático o al efecto invernadero, sino que también son nocivas para la vida en el planeta, ya que los gases se generan al quemar los combustibles fósiles y, su alta presencia ya se ha relacionado con diferentes problemas respiratorios y cardíacos.
Gracias a la energía solar tenemos un aire más limpio, reduciendo los óxidos de nitrógeno, dióxido de azufre y otros materiales nocivos, que representan un riesgo para la vida y causan muchos problemas en la salud de las personas.
Beneficia la biodiversidad
Numerosos estudios ya han demostrado cómo distintas especies de plantas o animales se integran en torno a los parques fotovoltaicos, sin que estos afecten en su correcto desarrollo y expansión.
Aunque es importante matizar que las instalaciones no deben necesitar la eliminación o deforestación de terrenos bajo protección medioambiental, ya que en ese caso sí que serían un riesgo para los ecosistemas.
Otros beneficios de la fotovoltaica
Como has visto la energía del sol es una de las fuentes de energía más respetuosa con nuestro medio ambiente, pero no es el factor en el que presenta beneficios. ¡Te contamos un poco más!
- Beneficios económicos
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- Creación de puestos de trabajo, desde el paso de fabricación, instalación y mantenimiento
- Diversificación del suministro de energía
- Reducción de la dependencia de combustibles fósiles
- Desarrollo económico
- Estabilización de la economía al reducir incertidumbre respecto al precio futuro de la energía
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- Beneficios sociales
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- Independencia energética
- Reducción en las facturas de la luz
- Mejora de la salud de las personas
- Oportunidades de empleo
- Revalorización de las viviendas
- Mejores perspectivas en los suministros de energía
Ya no nos quedan dudas de que la fotovoltaica es una fuente de energía abundante, con beneficios en multitud de aspectos y que nos ayudará a lograr una transición energética de la forma más sostenible posible.
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